agosto 18 2022

SE NECESITA UNA ACCIÓN INMEDIATA PARA PROTEGER A LA NIÑEZ CONTRA LA CRISIS DE HAMBRE MUNDIAL

Millones de niñas y niños corren el riesgo de morir a menos que se tome una acción inmediata para luchar contra la crisis de hambre mundial, según advierten 6 de las ONG más grandes del mundo dedicadas a trabajar con la niñez.

El mundo está enfrentando una crisis de hambre y nutrición de una escala sin precedentes , con una niña o niño que sufre desnutrición severa cada minuto y, con 8 millones de niñas y niños que corren el riesgo de morir en 15 países afectados por la crisis a menos que reciban tratamiento inmediato [1].

A nivel mundial, casi 50 millones de personas viven en niveles de emergencia o catastróficos de hambre aguda. El impacto de volúmenes tan grandes de personas que padecen hambre extrema tendrá efectos devastadores y de por vida en los derechos de la niñez a la salud, la nutrición, la educación, la protección y la supervivencia si no actuamos ahora.

Nosotros, los Directores Ejecutivos de las seis ONG más grandes enfocadas en la niñez, unidos bajo la Alianza Joining Forces, nos hemos unido para expresar nuestra preocupación compartida sobre los impactos devastadores en la niñez.

La hambruna se puede prevenir y no tiene cabida en el siglo XXI. En el 2017 demostramos el poder de la acción colectiva para evitar la hambruna en Somalia. Como comunidad internacional, tenemos la responsabilidad colectiva de garantizar que se tomen medidas urgentes para evitar la muerte de cientos de miles de niñas y niños. No podemos esperar a que se declare la hambruna para actuar. Más de la mitad de las muertes en la hambruna del 2011 en Somalia, donde 260.000 personas perdieron la vida trágicamente, ocurrieron antes de que se declarara la hambruna. La mitad de todos los que murieron eran niñas y niños menores de cinco años.

Como organizaciones que trabajan directamente con la niñez, las familias y las comunidades en todo el mundo, a diario, vemos el efecto devastador que tienen los efectos combinados de los conflictos, el cambio climático, la COVID-19 y el efecto dominó y las repercusiones del conflicto en Ucrania. 

La crisis de hambre y nutrición ya está teniendo profundas consecuencias para la niñez, incluida la amenaza para la supervivencia y la protección infantil y el aumento del riesgo de desnutrición grave y aguda. Las niñas y niños corren un mayor riesgo de violencia, explotación y abuso debido a la deserción escolar, el trabajo forzado, el reclutamiento y la utilización por parte de fuerzas o grupos armadas y la separación familiar. Las niñas y niños sin el cuidado parental son especialmente vulnerables a la inseguridad alimentaria y sus múltiples efectos. Las niñas están particularmente en riesgo del matrimonio infantil temprano y forzado, embarazo precoz, deserción escolar y, explotación y abuso sexual. Cuando el alimento es escaso, generalmente las niñas y las mujeres comen menos y al último.

Los derechos y necesidades de la niñez deben ser priorizados en la respuesta a esta crisis. No podemos continuar con un enfoque de operaciones. La respuesta debe estar basada en las necesidades y aspiraciones de las niñas y niños, y empoderar a los jóvenes como agentes de cambio.

Los gobiernos y los donantes deben actuar con urgencia para evitar la pérdida masiva de vidas y proteger a la niñez de las consecuencias negativas que durarán toda la vida para millones de niñas y niños. La seguridad alimentaria no es un privilegio, sino un derecho consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. El liderazgo internacional y la voluntad política deben impulsar una respuesta inmediata y abordar las causas profundas del hambre, como ser los conflictos, las crisis económicas, el cambio climático y el acceso desigual a los recursos agrícolas a través de soluciones colaborativas e impulsadas localmente.

Nos comprometemos a trabajar conjuntamente con los gobiernos y los donantes para garantizar que las necesidades de la niñez se prioricen a través de una respuesta multisectorial con perspectiva de género, que abarque la seguridad alimentaria, la nutrición, la salud, WASH, educación, protección y sistemas de protección social. Podemos abordar los impactos de la crisis de hambre mientras protegemos vidas y desarrollamos resiliencia frente a crisis prolongadas y futuros crisis.

Joining Forces es una alianza de las seis ONG internacionales más grandes que trabajan con y para la niñez para garantizar sus derechos y poner fin a la violencia contra ellos. Los Directores Ejecutivos son: Meg Gardinier, ChildFund Alliance; Stephen Omollo, Plan International; IngerAshing, Save the Children International; Ingrid Johansen, Aldeas Infantiles Internacional SOS; Valérie Ceccherini, Terre des Hommes; Andrew Morley, World Vision


[1] Los 15 países son: Afganistán, Burkina Faso, Chad, República Democrática del Congo, Etiopía, Kenia, Haití, Madagascar, Mali, Níger, Nigeria, Somalia, Sudan del Sur y Yemen, https://www.unicef.org/press-releases/global-hunger-crisis-pushing-one-child-severe-malnutrition-every-minute-15-crisis